Un año más, un Fancine más. Para nosotros los cinéfagos (que no cinéfilos de gafapasta y café de Starbucks, esos ya tienen su espacio en Málaga) el Fancine es nuestra semana de viaje a Disneylandia, nuestro refugio durante desgraciadamente cada vez menos días para ver, vivir y “vervir” el que creo que es el festival de cine más honesto de la ciudad a día de hoy aún con la inclusión de Festival de Málaga en su organización (cosa que ha causado alguna inquietud entre público y prensa), volviendo a demostrar en esta edición que sigue siendo un evento vivo con el corazón de organizadores, prensa y público latiendo al unísono para bombear sangre desde los proyectores hasta las pantallas del cine Albéniz.
En futuras entradas os voy a hablar de las películas que he visto pero antes de todo eso me gustaría sobremanera destacar dos elementos que son los que hacen que FANCINE (así con todas las letras en mayúsculas) sea el FESTIVAL (otra vez enfatizando a muerte) que es. Por un lado está la prensa acreditada. Es realmente sorprendente ver cuán diferentes son (aunque alguno forme parte de ambos grupos) los comportamientos de estos periodistas y divulgadores frente a los que se acreditan para otros festivales más… iba a poner “serios”, pero pondré “famosos”, porque el fantástico es muy serio. Sigo que me disperso.

En este artículo os voy a hablar de las películas que he visto pero antes de todo eso me gustaría sobremanera destacar dos elementos que son los que hacen que FANCINE (así con todas las letras en mayúsculas) sea el FESTIVAL (otra vez enfatizando a muerte) que es. Por un lado está la prensa acreditada. Es realmente sorprendente ver cuán diferentes son (aunque alguno forme parte de ambos grupos) los comportamientos de estos periodistas y divulgadores frente a los que se acreditan para otros festivales más… iba a poner “serios”, pero pondré “famosos”, porque el fantástico es muy serio. Sigo que me disperso.
Los corrillos en los que se intercambian opiniones a las afueras de las películas están llenos de humor, reflexiones y camaradería. Nada de opiniones de ceja levantada, nada de mirar por encima del hombro a nadie: aquí cuenta lo mismo la opinión de quien tiene una cuenta de Instagram que de quien viene para un medio nacional. Sería lo mejor de este festival si no hubiera otro grupo de personas humanas que no le va a la zaga: La organización. Son muchos nombres: Rocío, Tamara, Belén, Paco, Pepo, María, Migue, Coke… y los que me dejo. Personas indispensables, personas cercanas y personas que se llevan en el corazón el resto del año. Siempre atentas a nuestras necesidades, a nuestras peticiones, a nuestr
as tonterías también. No hay en este ni en mil revistas que saque espacio suficiente para agradecer el esfuerzo que hacen porque todo esté lo mejor posible.

Si no lo has visitado nunca y te acercas algún día (pedir vacaciones en noviembre para poder asistir es de gente inteligente, lista y hermosa) no dudes en acercarte a un corrillo y decir “¡Hola! ¿Os ha gustado la peli?”. A partir de ese momento no serás espectador, serás parte de la familia de Fancine.
Y ahora vamos con las películas y demás movidas que me pongo tierno.