(España, Christopher Cartagena González, 2025)

“Esther y Tomás son un matrimonio joven que huye de los saqueos de su ciudad y de la crisis general del país, que está sumido en el caos. Junto a su hija de ocho años, se dirigen hacia la casa de campo donde veraneaban en tiempos mejores. Su plan es venderla y huir a Francia. Hay una compradora interesada con la que han quedado para cerrar el acuerdo. Pero su plan no saldrá como esperaban.”
Una epidemia de inexplicables suicidios sirven para poner en movimiento esta película claustrofóbica y de auténtico terror psicológico, cuya mayor virtud (y no es una virtud menor) es la de dar exactamente lo que se busca en una obra de estas características, ni más ni menos. Parece increíble que un director novel (aunque curtido en el mundo del cortometraje y el videoclip) logre estas cotas de acierto en una historia que por lo demás está sabida desde el segundo tercio de película pero que tiene giros de guion realmente interesantes.